✔ ¿Os imagináis una organización sin jefes ni estructura jerárquica?
Esto es lo que propone la HOLOCRACIA, un modelo de gestión empresarial impulsado por Brian Robertson, fundador de la compañía Ternary Software en el que la horizontalidad, la autonomía- autogestión y la democracia-igualdad, son las características que la definen.
Si dos mentes piensan más que una, ¿Por qué no delegar la responsabilidad en todos los trabajadores en vez de que sean solo unos pocos los que la asuman? Aunque las empresas holocráticas no eliminan la autoridad como tal, sino que el poder de decisión es distribuido entre los diferentes integrantes de la empresa, democratizando las organizaciones y el liderazgo compartido.
El poder se entrega a todos los trabajadores de la empresa, dejando a cada empleado el control sobre sus funciones. Se busca el empoderamiento de las personas para hacer una estructura flexible, mejor preparada para actuar ante el cambio y más adaptable que los sistemas rígidos tradicionales.
En este tipo de empresa el trabajo se distribuye en roles definidos y constantemente modulables, de tal manera que un mismo empleado puede trabajar en diferentes áreas según la demanda o necesidad, teniendo total autonomía para tomar decisiones siempre que no afecten a otras áreas de la empresa. De esta manera, la estructura organizacional de las compañías está en constante mutación reestructurando los círculos según las necesidades de la empresa.
La idea es que la empresa esté compuesta por diferentes equipos, formados a su vez por un número determinado de roles e interrelacionados entre sí y una vez que cada grupo alcanza la meta prevista se realiza una nueva organización en círculos. En cada grupo habrá asignados diferentes roles (líder, secretario etc.) que serán los encargados de interactuar con el resto de las divisiones.
Se establece un proceso de reuniones periódicas en los que todos los roles del círculo pueden intervenir para revisar y reajustar su misión, así como los objetivos estratégicos de la empresa.
Se trata de un modelo basado en la economía colaborativa donde las personas en un entorno 2.0 pasan a ser empresa. Al final, en una empresa para que se produzca una sinergia perfecta que nos lleve al éxito, debemos verla como una sociedad de empleado y empleador donde la sinergia de ambos llevará a construir una empresa sostenible y rentable en el tiempo, porque como dijo Zen Ziglar:
“Tú no construyes negocios, construyes personas y son ellas quienes construyen el negocio”.
Reconocer que nuestro personal es la ventaja competitiva más grande, entregando recursos y servicios con el fin de prepararlos para que sean equipos ganadores, donde se mantenga el rendimiento y el crecimiento de la compañía a la vez que preservamos los valores y la cultura empresarial, atrayendo el interés del trabajador y aportando valor para la empresa es parte del modelo holocrático.
En la actualidad hay muchos defensores y muchos detractores del modelo holocrático.
Hay muchas empresas exitosas que se rigen por este modelo de management. Son empresas que se han sumado a este modelo, superando las barreras y los límites del modelo tradicional, aportando los siguientes beneficios:
Rapidez. Elimina la cadena de intermediarios propia de las empresas jerarquizadas.
Eficacia. Los profesionales son los que deciden el mejor modo para lograr los objetivos con propuestas más eficaces que las que pudieran venir en muchos casos de un superior.
Adaptación. Este tipo de empresa siempre está adaptándose a las circunstancias del momento.
Transparencia. Todas las decisiones son accesibles para cualquier miembro de la organización y donde se elimina la jerarquización y ciertas informaciones solo exclusivas para altos cargos.
Innovación. El sistema holocrático potencia la creatividad e iniciativa de los equipos. Identifica talento.
Coordinación. La propia estructura tiene un carácter colaborativo.
Pero no debemos olvidarnos de aquellos que lo probaron y desistieron de este modelo y otros que piensan que este modelo puede funcionar en las Pymes, pero no en las grandes empresas.
Muchos se preguntan, ¿están las personas preparadas para avanzar y autoorganizarse sin líderes?, ¿todos los individuos de la organización tienen un conocimiento profundo de su área de especialización?
No todas las empresas son iguales, por ejemplo, las empresas informáticas acostumbradas a trabajar en meeting el método ágil es su forma de trabajar y sus estructuras ya están basadas en pequeños grupos prácticamente autogestionados por lo que su paso a la holocracía no es un salto sustancial. En el punto opuesto, están las empresas financieras o de telecomunicaciones donde es imprescindible el servicio de atención al cliente, así como tener una visión global de las operaciones.
Será en todo caso, el responsable del negocio el que tenga que decidir si el sistema puede ser beneficioso o por el contrario desiste de implantarlo. Lo que está claro es que cada vez vamos hacía un desarrollo empresarial nuevo basado en ideas o escenarios disruptivos.
▸Estimado lector, ¡¡gracias por su tiempo!!