Los trabajadores de las empresas españolas no destacan por su productividad. Las estadísticas revelan que rendimos menos y pasamos más horas en nuestro puesto de trabajo que nuestros vecinos europeos, y eso no beneficia ni al trabajador ni a la empresa. Desde nuestra escuela de negocios te damos algunas claves para dar un impulso a tu productividad.
La realidad de las empresas en España en lo que se refiere a productividad es difícil de cambiar. Somos el tercer país europeo con la jornada laboral más extensa y nuestros horarios no se entienden fuera de nuestras fronteras. Nuestra propensión a alargar el tiempo en la oficina con tareas muchas veces improductivas, y de abusar de las horas extra para sacar adelante los proyectos, ha llevado a que nuestro mercado laboral sea conocido por su baja productividad laboral. Pero todo cambio global comienza con pequeños cambios en los hábitos de la gente.
La productividad en el trabajo consiste en hacer más haciendo menos
La clave para generar mayor productividad es huir de las distracciones y estar centrados en el trabajo para aprovechar mejor el tiempo. Además, es necesario hacer menos, pero hacerlo mejor: cambiar la cantidad de horas sentados ante el ordenador, por la eficiencia en el desarrollo de nuestras tareas. De esta forma conseguiremos hacer más cosas pasando menos tiempo en nuestro lugar de trabajo, lo que nos permitirá tener más tiempo libre, conciliar y descansar para producir mejor.
¿Cómo conseguiremos aumentar nuestra productividad en la empresa? Es cuestión de hábitos. Las empresas son cada vez más conscientes de la necesidad de relajar los rígidos horarios laborales para favorecer la productividad y la conciliación, pero los empleados sólo podrán aprovechar esta tendencia si son capaces de aumentar su productividad personal. Esas son algunas recomendaciones:
Evita las distracciones y céntrate en lo que haces
Hay que evitar cualquier tipo de distracción que logre que tu cabeza no se encuentre donde tiene que estar. Además, las interrupciones constantes reducen el rendimiento en el trabajo:
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Desactiva las alertas del correo electrónico.
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Declina invitaciones para reuniones que no sean realmente necesarias.
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No pierdas el tiempo con el móvil, las redes sociales, los compañeros…
Enfoca tu tiempo en hacer el trabajo que de verdad genera resultados de gran valor y te hace mejorar.
Organízate, hazte un horario y establece prioridades
Es importante organizarse en el trabajo y tener claro qué es lo que hay que hacer primero. Además, es fundamental que nos marquemos el tiempo que dedicaremos al trabajo y al descanso, ya que una mente que está saturada no rinde al máximo de sus posibilidades. Contestar correos electrónicos del trabajo durante el fin de semana no es una buena opción.
Lo mejor es elegir un horario de horas de trabajo que pienses que ofrece el equilibrio ideal entre esfuerzo y descanso, y hacer lo posible para evitar incumplirlo. Trabajar asumiendo que cuando lleguen las seis de la tarde te vas a ir a casa, te hace más productivo y no acabarás quemado al finalizar tu jornada laboral.
Planifica la semana
Si estás agobiado por la cantidad de cosas que tienes que hacer, programar tu semana probablemente sea la mejor decisión que puedes tomar. Asigna las tareas y, muy importante, el tiempo que te llevará realizarlas. Así podrás tener una visión general de la semana y eso te ayudará a ser más productivo.
Haz menos cosas, pero hazlas muy bien
Es una de las claves de la productividad: Es mucho mejor hacer pocas cosas y ser el mejor haciéndolas, que hacer muchas y mal. Se trata de poner el máximo empeño en lo que estamos haciendo en cada momento para obtener los mejores resultados, sin acaparar más tareas que no son productivas.