La importancia de la inteligencia colectiva

✔ La «inteligencia colectiva» aspira a llevar a un grupo o equipo a un nivel más eficiente y que gracias a la tecnología ahora, pueden pensar juntos y llegar a soluciones.

Según Pierre Levy, la «inteligencia colectiva»: «Es una inteligencia repartida en todas partes, valorizada constantemente, coordinada en tiempo real, que conduce a una movilización efectiva de la competencia. El objetivo de la inteligencia colectiva es el reconocimiento y el enriquecimiento mutuo de las personas».

Por norma general, se trata de juzgar la labor del éxito muchas veces al líder que dirige la organización, pero en realidad este éxito viene determinado por decisiones que se toman en el día a día, desde estrategia hasta objetivos y viene determinada y son fruto de un trabajo en equipo. Por lo tanto, la inteligencia colectiva surge de la colaboración de muchos individuos.

Conocemos la inteligencia individual que hace destacar a un individuo por encima de otros en diferentes áreas de la vida, pero, ¿qué sabemos de la «inteligencia colectiva»? Diversas pruebas certifican que existe una inteligencia general en los equipos al igual que sucede con los individuos.

Es imposible que todos seamos sabios de todo, pero sí podemos ser expertos en una pequeña área, gracias a las nuevas tecnologías y al poder de Internet podemos juntar todos esos pequeños o grandes conocimientos creando una «inteligencia colectiva».

La «inteligencia colectiva» tiene grandes ventajas como, por ejemplo, el permitir a los individuos superar sus sesgos cognitivos individuales, ya que por medio de la colaboración con otras personas y al conocer su realidad y su forma de pensar o de actuar, permite abrir su mente y ampliar sus miras mejorando así su pensamiento crítico.

Realmente en la valoración de los grupos con la «inteligencia colectiva», unos destacan más que otros en virtud de unos parámetros no relacionados necesariamente con cocientes intelectuales más altos, o personas más extrovertidas o más satisfechos de su trabajo, sino con otros parámetros. No todos los grupos son inteligentes ni todos llegan a ser igual de inteligentes y, por eso, existen variables que inciden en el potencial de la «inteligencia colectiva» y sobre las que puede actuarse para aumentar su alcance.

Existen tres factores que se correlacionan significativamente con la «inteligencia colectiva» de un grupo. Se trata de los siguientes:

 –Empatía. Los grupos formados con personas con mayor capacidad para percibir emociones en otras personas mirándolas a los ojos suelen funcionar mejor, tener menos conflictos y lograr una mayor «inteligencia colectiva».

–Turno de palabra equitativo. Los grupos donde una persona domina la conversación han demostrado ser menos inteligentes que los grupos donde el turno de palabra se distribuye de manera más equitativa entre los diferentes miembros del grupo.

–Cuota de género. La «inteligencia colectiva» del grupo está significativamente correlacionada con el porcentaje de mujeres en el grupo. Se correlacionaron más mujeres con un grupo más inteligente.

La «inteligencia colectiva» hace que un grupo pueda llegar a aprender, entender, razonar y tomar decisiones de forma diferente a si lo hicieran sus miembros por separado (sean o no conscientes de ello) generando una dinámica similar a las sinergias: se genera más valor conectando que sumando las partes.

El fin principal es estimular individualmente a sus participantes para sacar lo mejor de sí mismo. El mecanismo de trabajo de «inteligencia colectiva» se desarrolla en dos partes, por un lado, la captura de información y, por otro lado, un buen sistema de agregación.

Posiblemente, la tecnología pueda ayudar a fomentar la «inteligencia colectiva» a grupos amplios, a nuevos niveles reforzando los procesos críticos. Los individuos necesitan de la función cognitiva individual para la memoria, atención y capacidad de resolución de problemas, por lo tanto, estas mismas funciones colectivas se necesitarían de manera colectiva.

De ahí, la importancia de que los grupos desarrollen sistemas de atención para fijarse colectivamente en el entorno, sistemas de memoria para almacenar y recuperar información y sistemas de resolución de problemas para coordinar acciones de los distintos individuos a fin de solucionar un problema o alcanzar un objetivo. Hoy en día, hay herramientas tecnológicas que ayudan a los individuos y poco a poco, lo harán a grupos a realizar esas funciones.

La idea de mezclar a un grupo con la tecnología para mejorar esa «inteligencia colectiva» que también viene influenciada por la necesidad de relacionarse y motivarse. En este punto, influye la cohesión de los miembros del equipo, así como la calidad de las relaciones interpersonales. Por lo tanto, podemos concluir que los equipos que se llevan bien, pero carecen de inteligencia colectiva no trabajan bien como tampoco lo hacen los equipos con gran inteligencia colectiva, pero con malas relaciones interpersonales.

En relación con el fomento de la «inteligencia colectiva» en las empresas para mejorar su competitividad, es bueno sentar las bases de una buena «inteligencia colectiva» desde el liderazgo, combinar de forma eficaz la inteligencia humana con la artificial, establecer herramientas tecnológicas fiables, estimular el aprendizaje individual y colectivo y aprender de otras experiencias.

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