✔ En el contexto empresarial en el que nos encontramos crecemos a un ritmo vertiginoso, de ahí que las empresas aspiren a poner en marcha proyectos innovadores para destacar frente a los demás y a la par, alcanzar el éxito. Esta innovación empresarial es la que mantiene la competitividad en los mercados y el dinamismo de las organizaciones.
El valor de la innovación no está en «evitar que te copien sino en conseguir que todos te quieran copiar».
Es arriesgado, y apostar a primera vista por este tipo de proyectos innovadores hacen de la empresa un referente en valor y coraje. I aplicar este referente y evolución dentro de la empresa a cambio tendrá su valor diferencial frente a otras marcas. Implantar sistemas de innovación empresarial es el nuevo reto al que se enfrentan los negocios que desean aportar algo nuevo y diferente a su sector de mercado.
Una innovación empresarial es una mejora en el modelo de negocio que tiene una empresa, es realizar grandes cambios organizacionales, productivos o tecnológicos en la propuesta que hace un negocio al mercado con el único fin de ser más eficiente y conseguir una mejor posición empresarial o incluso crear un mercado totalmente nuevo donde no existan competidores.
Los principales fines de la innovación empresarial es aumentar la eficacia competitiva mediante cambios sustanciales en los procesos internos y aumentar el valor que perciben los clientes del producto y servicios, incluyendo una reconversión del modelo de negocio donde la investigación y desarrollo son fundamentales.
Actualmente, uno de los aspectos de la innovación empresarial al que debemos prestar mayor atención es la digitalización y que a través de internet tiene su mayor exponencial frente al consumidor. Muchas son las herramientas disponibles dependiendo del sector comercial al que nos enfrentemos, por lo tanto hacer uso de ellas es primordial para empezar a innovar.
Las claves para una innovación empresarial de éxito radica en impulsar una «Cultura Corporativa» y de equipo, de tal manera que, permita a sus empleados innovar y sentirse más parte integrante de la empresa. Sin un buen equipo dispuesto a implementar los cambios es muy complicado poder desarrollar la innovación empresarial de manera eficiente. Es pensar juntos y actuar de manera coordinada.
Son empresas que saben adaptarse fácilmente a los cambios del mercado, ágiles internamente para desarrollar nuevos productos y servicios, cambiar el status quo de una empresa y crear ventajas competitivas arrolladoras. Todo esto debe de ir acompañado de unas altas capacidades directivas para dirigir equipos en los que los proyectos de innovación son transversales y afectan a toda la organización.
Para ello, también debemos disponer de una mentalidad abierta con una propuesta de valor para poder adquirir e implantar nuevas ideas potenciando la creatividad. Para Steve Blank, un reputado empresario y académico de Silicon Valley e impulsor del método «Lean Startup», orienta la innovación empresarial hacía diferentes grupos:
–Iniciativa individual. Hace referencia a la capacidad de la organización para crear una cultura de empresa que propicie estimular la creatividad e ideas de los propios trabajadores.
–Mejora de los procesos. Se trata fundamentalmente de introducir novedades en los productos, servicios y procesos como mecanismos para la mejora continua, sin modificar la actividad de la compañía o el modelo de negocio.
–Innovación continua. En este caso, se trataría de incorporar nuevas líneas de negocio de manera constante.
–Innovación disruptiva. Esta modelo quizá se trate del más difícil de lograr no solo porque supone la aparición de una nueva empresa sino también para la sociedad que lo acoja.
Todo ello no es posible sin impulsar la cultura de la innovación dentro de las empresas. Ahora, es un momento increíble para el desarrollo y el crecimiento. Un momento único para formar parte de los cambios que están sucediendo. Ahora, tenemos la oportunidad de centrar nuestras estrategias en comportamientos y hábitos analizados y tomar las decisiones más adecuadas. Porque ahora, podemos desarrollar procesos de trabajo más eficientes y rentables y además podemos crear ventajas competitivas que nos hagan relevantes.
Si no tenemos la posibilidad de impulsar esta innovación desde dentro de la empresa, también podemos buscar colaboraciones externas, en la llamada Innovación abierta. Con esta estrategia podemos apoyarnos en agentes externos a la organización que puedan aportar ideas y ayudar en los procesos.
A veces, las empresas necesitan compartir los problemas de la organización y buscar soluciones colectivas, todo ello favorecido por la globalización y el desarrollo de las tecnologías de la información.
Antes de cualquier acción a nivel de innovación empresarial que queramos emprender, debemos meditar detalladamente las acciones a seguir e identificar claramente los objetivos que pretendemos con ello, porque definir los objetivos es fácil, pero definir los correctos, no tanto.
▸Estimado lector, ¡¡gracias por su tiempo!!