✔ Los líderes siempre han existido, pero es hasta la Revolución Industrial cuando el liderazgo deja de relacionarse exclusivamente con contextos políticos o religiosos. El liderazgo de nuestros días tiene más que ver con los nuevos líderes y las nuevas jerarquías. Una de ellas es el empowerment, filosofía que consiste en delegar poder y responsabilidad a los empleados o equipos de trabajo con el objetivo que estos se sientan más comprometidos con la empresa y por ende más motivados.
¿Qué significa empowerment y en qué consiste?
El empowerment se basa en cuatro puntos fundamentales:
Poder. Delegar y dar autoridad en todos los niveles de la empresa.
Motivación. Reconocer el desempeño, el esfuerzo y recompensar los resultados.
Desarrollo y capacitación permanente. Esto es fundamental para los colaboradores.
Liderazgo. Se debe facilitar que los empleados puedan llegar a liderar sin centralizaciones.
El empowerment verdadero se basa en ampliar las tomas de decisiones del personal con la posibilidad de cometer errores, con barreras eliminadas y con una jerarquía lo menos rígida posible y con unos efectos positivos en el trabajo. Este modelo de gestión busca la autonomía de los empleados, propicia un contexto favorable para que el talento salga a relucir y se desarrolle con más rapidez.
¿Por qué aplicar empowerment?
Esto se traduce en una serie de beneficios:
Solución de problemas de forma más rápida y efectiva: si surge un problema en un departamento y lo pueden resolver los miembros desde dentro, se atajará antes que si se debe elevar a los órganos de gestión. Además, al conocerse de primera mano el área, la solución podrá ser más efectiva.
Incrementando la productividad y la moral: al tener autonomía, los éxitos se sentirán como propios y, con ello, aumentará la motivación de los trabajadores. Como consecuencia, se advierte una mejora de la capacidad para resolver problemas, lo que agiliza y mejora los procesos productivos.
Aumento del compromiso: una mayor vinculación de los empleados con la empresa permite que estos se impliquen más buscando el bien de la compañía. Esto les hará sentirse más cómodos, por lo que la fidelización y retención del talento resulta más sencilla.
Mejora del ambiente de trabajo: el empowerment fomenta el trabajo en equipo y eso puede ayudar a que las relaciones entre los profesionales mejoren. Esto permite generar ambientes cómodos y que los resultados sean más positivos.
¿Cómo se hace el empoderamiento? – Implemantación de una cultura de empowerment en la empresa
Información: transmitir a todos los empleados en qué consiste el empowerment es el primer paso. Así conocerán los beneficios que obtendrán en la toma de decisiones y cómo se transformarán sus funciones en la empresa. Cuanto más poder se les asigna con más responsabilidad actúan.
Análisis del personal: antes de realizar los cambios es importante conocer el perfil de cada profesional. De esta manera se puede tener en cuenta sus capacidades, fortalezas, debilidades, inquietudes e intereses de cara a que puedan aportar lo máximo posible al proyecto. Conocer al equipo y que el equipo se conozca. Descubre qué sabe hacer bien cada persona, qué competencias tiene más desarrolladas, qué le gusta y/o con qué se apasiona. Esta información dará las claves a todos los trabajadores para implementar el plan empowerment en la empresa/equipo. Imponer objetivos para que el empleado sepa lo que se espera de él.
Mostrar empatía. Toda persona tiene su tope y en determinados momentos puede desbordarse. En estos momentos es imprescindible que el equipo en su conjunto se vuelque y eche una mano.
Tener claras las tareas. Es imprescindible conocer en profundidad las tareas que cada trabajador debe desarrollar y, por supuesto, que también lo sepan los compañeros. Además, estas tareas deben prolongarse en el tiempo. Si cada dos semanas cambiamos las responsabilidades de los miembros de un equipo, el caos se apoderará de la empresa.
Realización de encuestas: conocer las opiniones y las sugerencias de los trabajadores es fundamental. En ellas pueden expresar en qué aspectos quieren participar más. Además, si estas son anónimas, las respuestas obtenidas serán más sinceras y valiosas.
Ser previsor. Pensar en los posibles obstáculos que nos encontraremos por el camino nos ayudará a estar preparados en esta nueva etapa de empoderamiento. Ya se sabe que el poder conlleva una gran responsabilidad, pero si haces una lista de los problemas que pueden surgir, será más fácil tomar el control del mismo.
Saber cuál es la meta. Tanto el director de la empresa como el becario debe conocer su meta. De esta forma, será mucho más fácil responsabilizarse de una tarea. Hay que saber con exactitud en qué consiste y cómo debe lograrse.
Transición gradual: los cambios bruscos no suelen ser buenos. En estos casos, es recomendable ir fijando objetivos generales y particulares a corto, medio y largo plazo para ir trazando una hoja de ruta.
Inclusión en la toma de decisiones: involucrar a los profesionales en los procesos de toma de decisiones es una buena medida para darles relevancia. En este sentido, tener en cuenta sus opiniones a través de dinámicas como el brainstorming es beneficioso. Para incentivar los aportes de ideas resulta útil premiar las mejores y así habrá una competencia sana y positiva para todos.
Comunicación y retroalimentación/ feedback: es importante fomentar la interacción entre todos los miembros de la organización. Una comunicación que sea fluida y multidireccional reduciendo los filtros es muy útil de cara a mejorar el funcionamiento del sistema de empowerment y de la compañía en general.
❝La filosofía de ayudar a la empresa, que el trabajador forme parte activa de ella junto con la proactividad son métodos que se deben conocer en la Alta Dirección empresarial. En nuestro Master MBA de GADE BUSINESS SCHOOL puedes conocer más detalladamente en que consiste el empowerment y de que manera aplicarlo en el mundo empresarial.❞
▸Estimado lector, ¡¡gracias por su tiempo!!