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En el mundo laboral en el que nos movemos, proliferan los grandes cambios, el trabajo en equipo y la tensión o nerviosismo que produce las exigencias de las empresas en las que los empleados trabajan, pueden dar como resultado un cuadro de estrés, que a veces desemboca en problemas de salud. Hoy, desde nuestra escuela de negocios, queremos hablar de un síndrome que sufren miles de personas y que está relacionado con el empleo, el síndrome del trabajador quemado.

 

¿Qué es el síndrome de Burnout?

 

Se trata del estrés crónico que sufren algunos empleados en el trabajo. Este síndrome no contempla el estrés que todo los empleados podamos haber sufrido alguna vez en el trabajo, va más allá, ya que el trabajador no se ve con capacidad de afrontar esa situación o estado, llevando consigo un estado de ansiedad permanente, que incluso puede derivar en una depresión.

 

Los expertos aseguran que este estado además de estar relacionado con el trabajo, también puede ser consecuencia de otros problemas relacionados con el ámbito personal del empleado, que conjuntamente producen esta alteración psicológica.

 

¿Cómo saber si se padece el síndrome de Burnout?

 

Síntomas del síndrome de Burnout

 

Agotamiento intenso

Si sufres este síndrome, es probable que sientas que una falta de energía constante, agotamiento emocional y te estás convirtiendo en una persona dura contigo mismo.

 

Desapego por el trabajo

Las personas con Burnout, suelen tener comportamientos negativos e insensibles durante las horas de trabajo, llegando a crear conflictos por su falta de atención y esfuerzo en sus tareas.

 

Escasa o nula realización personal

Este síndrome provoca que las personas que lo padecen, sientan que las tareas que realizan en el trabajo, no valen para nada, evaluando siempre sus resultados de forma negativa.

 

¿Cómo prevenir el síndrome de Burnout?

  • Delegando trabajo a compañeros.

  • Mejorar las relaciones de trabajo, si es necesario,  con los compañeros y superiores.

  • Realizar sólo el trabajo para el que nos sentimos capacitados.

  • Construir metas e ir cumplíendolas de forma progresiva.

  • Evitar mezclar los problemas personales y profesionales.

  • Realizar ejercicio físico o actividades que logren reducir el sentimiento de estrés.

  • Consultar con tu médico o especialista.